martes, 23 de noviembre de 2010

La cueva confidente.

Aquel sitio era increíble, ahogué un grito de sorpresa al verlo todo, estábamos en un lago, pero no solamente era un lago, tenía una cascada enorme preciosa, y dentro de la cascada había como una cueva, había también muchos cerezos, aquello era precioso de verdad y el suelo estaba lleno de las hojas rosas. Me gire para mirar a Oliver, el me miraba a mi fijamente y con una de esas bonitas sonrisas suyas me pregunto _ ¿Te gusta?, espero que si estuve pensando mucho tiempo donde llevarte y bueno que también te gustara_ Él me miraba y me sonreía yo me acerque a él y puse mis manos en su cintura y le mire a los ojos, mordiéndome el labio y le susurre. _ Oliver, esto me encanta y –le agarre de la camiseta y le acerque a mi- ahora, cállate y bésame. Nos reímos y me elevo de la barbilla para que le mirara y me beso, con mucho amor en los labios abrazándome por la espalda, haciendo que estuviéramos más pegados, pero él se separo de mí respirando entrecortadamente y apoyo su frente con la mía y me susurro. _ Mel, enserio yo soy el primero que tiene ganas de ti, pero tendrás que esperar un poco porque quiero empezar la sorpresa antes de que bueno, eso –se rio, me guiño un ojo y me agarro de la mano- Y ahora señorita si es usted tan amable de quitarse, el vestido y acompañarme al lago me aria un gran favor. Nos reímos juntos y me quite el vestido tirándolo con nuestras cosas _Lo que usted quiera señorito-Me reí y pase por delante suya acariciándole el pecho y cuando llegue a la orilla del lago me desabroche la parte de arriba del biquini y me baje la parte de abajo dejándolas en el suelo, él me miraba mordiéndose el labio y trago saliva, me gire para mirarle- ¿Vienes? Oliver empezó a desnudarse dejando su ropa al lado de la mía y se metió en el agua, ansioso de buscar mi contacto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario